lunes, 13 de mayo de 2019

En vela

Dejo todas las luces encendidas
simulo el día en la noche.

Me aboco al trabajo de amasar pan.
Lo horneo, y lo como mientras leo.

Los grillos añaden, desde el jardín,
un zumbido brillante y geométrico.

Dentro de casa no hay otro relieve
que el fluido de comer, leer y escribir.

La vigilia resiste las horas.
Deshace el tejido en que no
quisiera mañana suceder.

5 comentarios:

  1. Qué lindo, poeta. Me dieron ganas de comer ese pan.

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    1. Estoy contestando comentarios con meses de demora... Pensé que te había contestado. G R A C I A S <3

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  2. Las madrugadas siempre me parecieron místicas.

    Gabriel.

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  3. Sí, especialmente cuando se disfruta solo, o sea que los demás duermen o no están, sino no se sentirían los grillos...

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