Sobre la superficie

En profana danza celeste

aligeramos sobre liviano

llamando a más levedad

indómitos.

Alunizamos.

Donde esta maravilla

se borda, se cierne, se contempla

me pongo de pie

sin recelo

no hay sino

ego.

¿Qué puerta
estampa la ida?

¿Cuál
memora la venida?


Puerta 
exfolia inexpresa

biaural.

Su abrazo 

cercena mi arrullo
de remisión fresca

detenta y retiene

gobierna.

De anuencia flamante tantea

gotea pie 
tras otro pie
por el contorno de mi elegía

su adherencia a mis filtraciones
es solidario desplazamiento

reverdecemos
nuestro grado cero.

Antes de la cena

y abierta con la ventana

apoyo 200 años de poesía argentina

sobre mis muslos

desparramada sobre la cama.

Repica la noche afiatada.

La brisa es de una tibieza

afelpada

que avasalla.

Leo a Susana Cabuchi

decir Ciego

me inundo de

la aromática floración

de mi paraíso.

Los perfumados

fresco y azucarado

ligados  

desmienten la sobreexposición a lo ensoñado.

Esta cadencia y motivos únicos

son expresión 

de mi sola narración posible.

Son las diez y veinte crudas
de la mañana

puede haber un sol sordo
pero llega aplazado hasta acá.


Apenas giro en mi escritorio
y chirría precaria, elusiva
la silla

se disgrega
el trance de mi pensamiento
en un incierto escalar.

VARIACIONES SOBRE DOS

binomio

de ojos

de manos
de carne roja

de labios

de almas

es derrota del espíritu

tutor

ella se inclina
por no reclinarse

desprende

se deshoja

danza en gruesa ondulación

se quita las hilachas

estira su torso al sol

pierde alusión

es remanente

y también

trasciende

de acrílicos

en caminar sus pasos

crecientes

se aproximan de lado

en lado

a las orillas de su madre 

los flancos de las dos

no miden

se solapan

se solventan

una diluye en la otra

son comunión de aceite

claraboya 

deja ver

un hilo de luna

ella aspira a constelar

su llegada

alcanza a envolverla

le da cauce ácido

sedimenta

la orbita en histeria

es ataviado de llanura

hendida, inasible, quieta

levare

se enlazan encintas

 desfibrilando gestos

sus filamentos

ondean templadas

en un idilio de sal marina

candelaria

de nuevo

relucen sus ojos mansos

hibridantes

ella

succiona

traga

absorbe

de nuevo

melisma

cuando distingue solo fauces

contrae ascendente

descendente expande

se ciñe

 caléndula

afijación 

la

querencia

deviene soldadura

resuelve en cobre impar

si germina es al

venar

a capella

macera en cuesta

un solo cítrico de celesta

amanece

pero no mece

leitmotiv

saliva al recibimiento de

 su piedra fundamental

fragua instantánea

 ante su regreso

y recomienza

por  perder adhesión

reza

se impregna de

recalcitrante

fijeza

atril

ella complace

le apoyan cosas




metaboliza

cerramiento incorpora rodado




yuxtaposición

el desvínculo
no abrir gradación

descalcificó




lengua extranjera

ella recita

su salmo
 su lengua muerta




ad hoc

de su
organismo
yace fuera el
órgano




 sarabanda

de sol a velada
tronan en vaina
sus armónicos




tresillo

apenas más uno
y su lealtad
se revela sintética

aúlla el capullo




apagador

envuelve la cuerda

añorante

se enlosa indolente

el ópalo

en adoración

la pupila

labra el parche

y dice iris

distiende

del arco que

estalla fragante

su eje amarillo

sol menor

un margen ralo

tapiza

rayada

la matriz de su sombra

geminadas

confesionales

las nervaduras se aniquilan

en canon florido

interludio

despunta

todo ardor, toda euforia

modula

en tono de hiato

de sola

a largo aliento

desliza su escena

por el encordado

al reparo
de un glissando basal


contrae ritmo y anida

arterial

Figuración

Pasó que hubo una vez en que

los tejidos del corazón se vencieron


y desde entonces diseminan

réplicas fragmentarias

a aquel confinamiento.