jueves, 28 de abril de 2016


Yo te seguía
te acompañaba inocente
y vos me llevaste de la mano
por un desfiladero
inconducente.

Ríos de lava brotaban bajo mis plantas.

Era incorporarme
y marchar con los pies pelados.

Se habría evitado de haberlos dejado curar primero.



Tomame la temperatura de las manos
desde adentro

sentí
mi esternón
expandiéndose

temblá
dejándote erizar
por la tersura de la piel que envuelve mis huesos.

Parpadeá en mis propios tiempos.

Doleme la cintura
enderezame la espalda cuando se desmorone
regocijate con mis risas.

Desmentí la veracidad de mis rezos.


Estabilizador de tensión

Está llena de posesiones la mesa
de todo tipo de elementos:
papeles, lápices
platos, vasos, cubiertos
manteles transparentes,
cuentos.

Con las manos
abrazo
y arrastro todo hacia mi cuerpo

en montaña
llega al borde y

se funden sobre mis pies 
algunos objetos rotos
otros quebrados
otros completos.


Los levanto como puedo

acomodo las piezas
unas sobre otras

en algunos casos
las relleno.


Enfoco la vista

el panorama se distorsiona
pero se puede ver a través de ellos.


Una apenas flor

teje su membrana firme 
certera
entera

aunque

su fruto es frágil
remiso
vacilante.

Es mera rea.

miércoles, 27 de abril de 2016

Cartografía

La madre es los bordes del hijo.
afuera hay un país limítrofe.

El hijo conquista la frontera
y reconoce el mundo
a fuerza de batallar
contra el cuerpo
contra la patria que es
su propia madre.

El primer llanto no es otra cosa
que un grito de guerra.


Valeria Tentoni (Bahía Blanca, 1985)

lunes, 25 de abril de 2016















Chiome d’oro, bel tesoro,
tu mi leghi in mille modi
se t’annodi, se ti snodi.

Candidette perle elette,
se le rose che scoprite
discoprite, mi ferite.

Vive stelle, che sì belle
e sì vaghe risplendete,
se ridete m’ancidete.

Preziose, amorose,
coralline labbra amate,
se parlate mi beate.

O bel nodo per cui godo!
O soave uscir di vita!
O gradita mia ferita!
     
   

Golden tresses, oh so precious,
you bind me in a thousand ways
whether coiled or flowing freely.

Small, white matching pearls,
when the roses that conceal you
reveal you, you wound me.

Bright stars that shine
with such beauty and charm,
when you laugh you torture me.

Precious, seductive
coral lips I love,
when you speak I am blessed.

Oh dear bonds in which I take delight!
Oh fair mortality!
Oh welcome wound!

sábado, 23 de abril de 2016




si por la boca


puedo quedarme pensando
si te
beso

te imprimo ternura y deseo
te rodeo

hombre fresco
luna nueva




Carta natal

de niña
miraba

esos años
enterrada

hoy
permanezco

mañana
solitaria


jueves, 21 de abril de 2016

Gran angular

La escena de hoy
es toda quietud

auroleada
por un ronroneo
ceniza
de motores en marcha.


Ya no recuerdo cómo huir constantemente

pero esta espera
es eterna.


Dame reticencia
llename de sentido

dame sensualidad involuntaria
continua fantasía de otras cosas.

Y dame también rosas.

miércoles, 20 de abril de 2016

Recorro
rodeo con las yemas de los dedos 
los bordes de la mesa

¿será
así
el contorno de la entereza?


Ahora los rápidos son rivera.



Fui lengua de inundación
cuentas de cristal desgranándose.

Fui pasaje, trasbordo 
bestia fiel
meciéndose despacio.




Se posa el sol en la puerta.


El viento se embolsa crespo
entre los barrotes
el alma rodea su umbral con cinta aisladora.
 

El aliento que resoplaba 
ensobrado
se vuelca en alegría zurcida a cada rato.


Esta es una corriente alterna. 




lunes, 18 de abril de 2016

Comfort of strangers




A lo lejos

A lo lejos resonaban las cadencias de un piano
que jemía las nostalgias de una mágica canción,
y extasiado en la amargura de aquel éxtasis lejano,
derramaba triste llanto mi doliente corazón.

Yo soñaba en la ternura suave y lenta de la mano
que arrancaba del piano tan amarga vibración,
y mis besos se perdían en la bruma del arcano
que absorbía con su sombra la dulcísima aflicción.

¡Ay, quién sabe si aquel alma era hermana de la mía
y soñando con mi alma mitigaba su pesar!
La agonía de sus quejas era igual a mi agonía,

su sollozo melancólico me obligaba a sollozar...
¡Oh, las almas que se adoran de una tarde en la harmonía
y consuelan sus martirios sin poderse nunca amar!


Juan Ramón Jiménez (Moguer, España, 1881- San Juan, Puerto Rico, 1958) 


miércoles, 13 de abril de 2016

Una palabra que empieza con A

Esos que de noche ven demasiado con el oído: los asustados
Esos que por órdenes, por fracasos, por hastío, agachan
----la cabeza cada vez más, y uno se pregunta ¿querrán
----morderse el corazón?
Esos que pueden vivir sin mí del mismo modo que yo
----(a veces) no puedo vivir sin sus muertes
Esos que se acuestan con una servilleta al cuello para soñar
----con la Primera Cena: los desmigajados, los convidados a nunca
Esos que mudan los paquetes de la sangre a un carro y se
----golpean los huesos con las coces de un caballo, para que arren
Esos que llevan los roperos al mar y regresan desnudos: los
----ilusos vírgenes
Esos que no pueden dormir porque al despertar oyen relojes
----atrasados: tic-crac tic-crac
Esos que miran caer los contoneos de una hoja de otoño
----y piensan en la devoradora tristeza antes que en los 
----bosques del amor
Esos que leyeron el poema de Eluard, juzgaron que faltaba
----oscuridad de aljibe o chillido de desesperación allí, y
----se ponen a nombrar la libertad con un dedo de fuego
----sobre una mole de hielo
Esos que han gastado su último manjar de tabaco y elaboran
----sus propios humos con polvo de diente rechinado
Esos que a pedacitos se cortan las arrugas con tijeras
----porque han visto su respiración perder velocidad
----en los azotes del espejo
Esos que cierran las ventanas temerosos de morir ahogados
----por el polvo que levantan las banderas cuando soplan
----en las calles, y después, arrepentidos, se muerden
----las lágrimas
Esos que dan sus puños solo frente a un monólogo, pero
----secretamente cuentan los abrazos que guardan
Esos que no sobornan a la poesía para que cante como un
----fantasma de oro, sino que la sumergen en lava para que
----explote y aturda con sus silencios al reino de los
----sordos; los mismos que la llevan a que espante a las
----fieras congregadas en las fiestas dominicales y asalte
----los candados que guardan a la inhallable mujer de Dios
Esos que se echan a vivir, sin equipaje, en andenes
----desolados, para saber si después del último tren, bajo
----la noche lustrada por las viejas y empecinadas estrellas,
----volverá a pasar la lluvia con sus latidos de añorado
----corazón: los melancólicos, los del hollín en un ojo,
----los boquiabiertos que tejen la paciencia con sus barbas
Esos que bañan sus lenguas en jugos de pólvora y las
----caricias en océanos de lija, y luego salen a cortejar
----a la muerte, a demorarla
En fin, los trapecistas que hacen reir a los pájaros,
----los suicidas que mueren centenarios en la cama
Para ellos los tesoros
----desenterrados por los locos que cavan en el aire,
----mi almohada de cuero de mortero que hace de pesadillas
----polvo, y en especial una palabra que empieza con A.


Eugenio Mandrini (Buenos Aires, 1936)