No lugar
Miro hacia el jardín
a través del ventanal
de la oficina donde trabajo.
Se mueven las palmeras
y las ramas de otros árboles añejos.
Vuelan remolinos de hojas en el centro.
Se está levantando tormenta
y pienso: ¿Por qué estoy acá
pero siempre evitando quedarme?
Este no es nunca el lugar
donde quiero estar.
martes, 26 de septiembre de 2017
martes, 19 de septiembre de 2017
martes, 12 de septiembre de 2017
Salí de la casa de él y me daba el viento en la cara.
Caminé
enérgica las dos cuadras que me separaban de la estación.
Entré al
vagón del subte.
Me tomé
del pasamanos y me llamó la atención la gente
tan
estática, indiferente, abatida.
Yo me veía
exultante. Sentí
que se me
iba a notar la exuberancia,
me percibí excesiva.
Él, más allá
Nos rodean materiales cálidos en su casa. Pinturas, un tapiz,
un sillón de tela artesanal.
Es medido y su máxima expresión de emoción es fijar los ojos
en los míos al quedar enfrentados.
Sin buscar en mí o encontrar algo.
Sin buscar en mí o encontrar algo.
Su blandura. Imperturbable.
Hay una estufa prendida en el centro del living. Nosotros
somos un satélite tibio y enlazado.
Nos rodean tres cuadros.
Nos rodean tres cuadros.
Desde que me recibió lo encontré delicado. Me da
indicaciones de ser necesario. A la vez es atento.
Sus respuestas son muy breves o monosilábicas. Me voy y “adiós”
es su última palabra.
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