jueves, 13 de octubre de 2016



Antes de la cena
y abierta con la ventana
apoyo 200 años de poesía argentina
sobre mis muslos
desparramada sobre la cama.


Repica la noche afiatada.

La brisa es de una tibieza
afelpada
que avasalla.


Leo a Susana Cabuchi
decir Ciego

me inundo de
la aromática floración
de mi paraíso.


Los perfumados
fresco y azucarado
ligados  
desmienten la sobreexposición a lo ensoñado.

Esta cadencia y motivos únicos
son expresión 
de mi sola narración posible.


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