martes, 12 de marzo de 2019


Masa

Es el ritual de la noche de viernes
que da comienzo al fin de semana.

Me acomodo en la esquina de la mesada.
Les doy a mis brazos la amplitud necesaria
para armar y amasar el bollo de pizza.

Me embadurno los dedos con harina, aceite, agua.
El olor a levadura vincula los ingredientes.

Arraso con la superficie de la mesada.
La pulo hasta que mis manos están por completo
en contacto con el mármol frío, sin sobrantes de masa.

Con estas acciones también transformo
los malos recuerdos que se me impregnan.

Así ando sin lastres ni apoyaturas.
Circulo más ágil entre los días que vendrán.

8 comentarios:

  1. Genial, poeta querida. Me gustó mucho y me dio hambre.

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  2. ¡Muchas gracias, Jorge! A mí no porque me acabo de bajar casi medio kilo de helado (real).Igual: me salen ricas las pizzas XD

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  3. Primero hay que saber sufrir
    Después amar, después partir
    Y al fin andar sin pensamiento...

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  4. Así, andando, sin lastres ni apoyaturas...

    Buenísimo!

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    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. ¡¡Gracias, Marce!! (Justo ahora estoy escuchando los poemas de Juanele en tu Soundcloud).

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