jueves, 2 de junio de 2016

Veinte pisos

Nos damos la mano
las dos caminamos.

Cuando viajamos
ella se suspende
se vuela
yo la arraigo, le hablo
¿qué mundos refleja?
solo los habita ella.

Luego llegamos
y al subir
los primeros cinco
despido su mano

ella está en su tiempo
son todos sus mitos
imágenes dúctiles
escenas tan frescas
y nuevas de ritos.

Yo bajo unos cinco
me quedo a esperar
junto a un té caliente
poemas, canciones
y mis anotaciones.

Después son otros cinco
y nos encontramos
la llevo en mi mano
y ahora permanece
ella desde afuera

despego mis mitos
mis posibilidades
las podo, desplazo
las transporto
y les doy cauce.
 
Cuando yo salgo
los ojos se besan
y son otros cinco
pasando la puerta.

Pisamos el suelo
plantadas a flote
fugaces
brillantes
de anhelos en brotes.

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