lunes, 17 de febrero de 2014

Uno de mis discos preferidos: "Desconcertada" de Susanna Moncayo

Algunos de los mejores temas:
Añatuya (Oscar Alem- Homero Manzi)
Barco quieto (María Elena Walsh)
Piropo (Jaime Roos)
Renacer (Oscar Cardozo Ocampo)

Aquí se puede escuchar:

O descargar desde mi dropbox:


Una reseña:
Susanna Moncayo, de la lírica a lo popular (Mauro Apicella para La Nación. 7 de julio de 2004)

A Susanna Moncayo se la conoce en el ámbito de la música clásica. Cantante, de las muy buenas, reconocida en nuestro país y en el exterior. Y es probable que ahora su nombre comience a sonar un poco más dentro de la música popular gracias a "Desconcertada", una placa con obras de raíz folklórica que hoy presentará en vivo.
Lo más curioso es que esta producción puede ser una manera de reencontrarse con un primer amor. "Creo que mi primer amor es la música en el sentido más amplio, porque comencé a cantar en el coro de niños del Teatro Colón, pero siempre hubo muchos colores en mi vida cotidiana. Para escuchar, lo que prefería eran las recopilaciones de Leda Valladares de los cantos más agrestes, con voces no trabajadas, auténticas", dice, con esa misma claridad vocal que manifiesta al cantar.
Moncayo interpreta zambas, cuecas, chacareras, milongas y canciones, y vale aclarar que no aborda la música popular como una experiencia de crossover. Mucho menos hay que pensar que como es una destacada intérprete lírica su disco eleva al folklore. "El folklore no necesita ser elevado. Sería absurdo pensar de esa manera -sentencia-. Tampoco hay que pensar que alguien que viene del mundo clásico se sumerge en lo popular como si se tratara de un descenso. Pueden existir esos prejuicios, pero no tienen que ver con la realidad. Me siento igualmente comprometida haciendo un ciclo de lieder de Schumann o las obras de poetas con hondura."
"Desconcertada" contiene piezas de Yupanqui, Ginastera, Jaime Roos, López Buchardo, María Elena Walsh, Calvetti y Carnota, Horacio Guarany y Dino Zaluzzi, entre muchos otros. Allí se escuchan instrumentaciones tradicionales y sonoridades aportadas por violín y violonchelo barrocos, tiorba y viola da gamba.
"Tuve intervenciones en otros discos de música popular, incluso de tango, en París, para un proyecto de músicos de Boulez. También hice un disco, hace 12 años, que se llama «Entre sueños», con arreglos de Gabriel Senanes. Pero no pude hacer lo que pretendo con éste. Presentarlo y difundirlo." Eso es lo que comenzará a hacer con su actuación de esta noche en el auditorio de Cablevisión, junto a varios de los invitados que participaron en el CD, como Jaime Torres, Esteban Klisich y Oscar Alem.
En la grabación crea un exquisito dúo de piano y voz con Alem para el primero y el último tema del disco. De ahí surgió la idea de armar un repertorio más amplio. Un "programa" juntos, dirá Moncayo, acostumbrada a los términos de la música clásica. También dice que no es una intérprete que "canta de todo" ("soy una fanática del cante jondo, pero definitivamente no lo podría hacer porque me rompería la voz"). Sin embargo, su inventario da cuenta de una gran amplitud: del barroco latinoamericano, el lied o la ópera italiana a las "folksongs" de Berio y el folklore argentino.
Hoy presenta "Desconcertada"; el miércoles siguiente, a las 20.30, será una de las solistas del oratorio "Juditha Triumphans", con la Camerata Bariloche, en el Colón. Luego viajará a Alemania con Quito Gato -director musical de gran parte del disco "Desconcertada"- para interpretar barroco latinoamericano. En agosto comenzará a ensayar en el CETC "Kavafis, los tres círculos del exilio", una obra teatral de Alfredo Arias. Y para noviembre quiere armar un ciclo de actuaciones con los temas de su álbum folklórico.
-¿Son mundos musicales muy diferentes?
-En realidad es uno solo con distintos paisajes, códigos, comunicación y conmoción. Hay un cambio de la voz. Una transposición física. Podés cantar todo desde la lírica, pero no es mi opción. Y el cambio no es ni mental ni espiritual, sino puramente físico. Porque se busca conmover de la misma manera que se conmueve uno tanto con la música de Bach como con lo que estoy cantando ahora.
-¿Qué te conmovió de este CD?
-¿Temas preferidos? "Barco quieto", de María Elena Walsh; "Coplas del rencoroso", de Calvetti y Carnota. También los arreglos que se lograron. Me identifico con esos climas de este trabajo que hice con Quito Gato. Este fue un proyecto independiente, pero con un entramado de mucha gente que se puso la camiseta. Mi hermano fue el impulsor del disco. El proceso duró dos años y tendría que agradecerles a las óperas que canté acá y en distintos lugares del mundo, porque con eso financié este proyecto argentino. Siempre fui mi propio sponsor.
-Pero no es financiar sólo un gusto personal.
-Ni un capricho ni probar algo nuevo. Va mucho más allá. Es parte de mi esencia. A los 12 escuchaba los discos de Leda Valladares y a María Callas. No entendía nada. Pero no hay que entender. Te llega o no te llega.
-¿Qué te queda más cómodo?
-Tengo ductilidad en la voz, pero las cosas no me salen de taquito. Cante lo que cante siempre estoy entrenándome. Tengo una tendencia a los temas tristes. Si fuera por mí haría un disco totalmente melancólico, aunque no creo que yo sea así en la vida diaria. .

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