Como el toro he nacido para el
luto
y el dolor, como el toro estoy
marcado
por un hierro infernal en el
costado
y por varón en la ingle con un
fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo
disputo.
Como el toro me crezco en el
castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval
sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el
toro.
Miguel Hernández (Orihuela, 1910 - Alicante, 1942)
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