La primera tarde
con su esplendor ocre y dócil
simienta alumbramiento
(es ofrenda en rosas)
ahonda y se prolonga
en el volátil compás de su tempo.
Después danza un vals descalza
(es en ramo)
alcanza
sus tres tiempos abiertos.
Ahora toma cauce en monodia
templada y sigilosa
(es helecho)
su contorno
difumina la penumbra y aún retoza.
Luego modula
en contemplación severa
(es tundra escéptica)
se
desenfoca.
Ya aqueja la bajamar de la tarde
resuelve filosa
(es desfloración)
y funde celosa
la cadenciosa morbidez del primer dorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario