Plegaria
Una vez me puse un vestido líquido como el vodka.
Mi amante me miró ascender
desde el subterráneo
como si yo fuese un manantial
abriéndose paso.
Deseo dejar de desear que me deseen de esa manera.
Estoy cansada del canto que la lluvia entona en junio,
el coro de la esperanza, el verde voraz,
la tierra, su ornada corona de árboles
despuntando desde su fértil cabeza.
Hay cosas que deseaba, como todo el mundo.
Pero a este ángel de los deseos a quien he alabado
tanto tiempo, ahora le pido poder aceptar
el mundo tal cual es.
Ellen Bass (Filadelfia, 1947)
Traducción de Manuel Bolaños y Mario Zetino
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