En vela
Dejo todas las luces encendidas
simulo el día en la noche.
Me aboco al trabajo de amasar pan.
Lo horneo, y lo como mientras leo.
Los grillos añaden, desde el jardín,
un zumbido brillante y geométrico.
Dentro de casa no hay otro relieve
que el fluido de comer, leer y escribir.
La vigilia resiste las horas.
Deshace el tejido en que no
quisiera mañana suceder.
Qué lindo, poeta. Me dieron ganas de comer ese pan.
ResponderEliminarEstoy contestando comentarios con meses de demora... Pensé que te había contestado. G R A C I A S <3
EliminarLas madrugadas siempre me parecieron místicas.
ResponderEliminarGabriel.
Muy de acuerdo :-))
EliminarSí, especialmente cuando se disfruta solo, o sea que los demás duermen o no están, sino no se sentirían los grillos...
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