Dejemos caer las palabras
Sólo cuales frutas, sólo cuales hojas
Sólo aquellas en que la Muerte
Esté bien madura.
Dejémoslas caer
Ya casi podridas
Apenas encubriendo en su carne
El hueso santo.
Su semilla desnuda
Como de entre marchitadas nubes
La Luna
Se insinuaría tal vez en la tierra...
Ana Blandiana
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