Tomame la temperatura de las manos
desde adentro
sentí
mi esternón
expandiéndose
temblá
dejándote erizar
por la tersura de la piel que envuelve mis huesos.
Parpadeá en mis propios tiempos.
Doleme la cintura
enderezame la espalda cuando se desmorone
regocijate con mis risas.
Desmentí la veracidad de mis rezos.
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