Un viento fresco y húmedo
entra en mi habitación y
la renueva, recorriéndola
una habitación chica y
silenciosa, en la quietud
de esta noche.
No tiene perfume la noche
ni visitas, ni tiempos ocupados
se queda muda de pensamientos
busca, apenas, reinventar
lo fallido de las horas de hoy.
Si no me duermo, canta
victoria la noche.
Despedida
de tus tapices, de los posters y las fotos de tus amores
- la murga, tus hijos, el cuadro de fútbol -
de la cama que, finalmente, lograste conseguir.
Te mudaste, y les digo adiós
a los recuerdos que todavía
estaban ahí.
Ahora sí que ya
no queda nada
de ellos.
victoria la noche.
Despedida
de tus tapices, de los posters y las fotos de tus amores
- la murga, tus hijos, el cuadro de fútbol -
de la cama que, finalmente, lograste conseguir.
Te mudaste, y les digo adiós
a los recuerdos que todavía
estaban ahí.
Ahora sí que ya
no queda nada
de ellos.